Hasta que dio comienzo la Era Vikinga, a finales del siglo VIII, Escandinava pasó por una larga evolución de miles de años cuyo inicio nosotros vamos a remontar a la presencia de los primeros pobladores, pueblos cazadores, pescadores y recolectores que comenzaron a llegar hacia el año 12.000 a.C. tanto a la zona sur de la península como a los territorios de Dinamarca. Se cree que la llegada de los primeros pobladores habría coincidido con un momento en el que se produjo un cambio climático que propició una sustancial suavización del clima en la zona que a su vez provocó un incremento de la flora del territorio; éste se cubrió de una capa de tundra que fue evolucionando en la aparición de bosques de hoja perenne y bosques caducifolios que atrajeron a nuevas especies de animales que dotaron de una nueva fauna a la zona. Estos animales susceptibles de ser cazados y consumidos son los que, a la postre, atrajeron a los primeros pueblos cazadores y recolectores, pueblos aún nómadas que comenzaron a habitar la zona más baja de Escandinavia, territorio que se considera poblado de forma más o menos esporádica desde el Mesolítico, hacia el año 8.200 a.C.
Como ya hemos mencionado en alguna ocasión, definir lo que era un vikingo es complicado, ser o no ser un vikingo respondía a multiplicidad de factores tales como el geográfico, el lingüístico, el cultural, el religioso y, sobre todo, el de la actividad.